DIAZTA_PregRefCom10
Las reformas educativas comprenden cambios y procesos para acercar a los
actores educativos a un fin o meta, siendo parte de la búsqueda del bien común.
La reforma educativa que vivimos en preescolar a partir del 2004, se
origina en la valoración de la educación preescolar como una experiencia
educativa, el valor de ser una institución escolar parte de un sistema de
formación básica. Parte de esta nueva visualización del preescolar nos da la
premisa del trabajo docente, mismo que toma relevancia desde su formación,
compromiso de actualización y mejora de su hacer cotidiano.
Los cambios educativos y en este sentido las reformas educativas, tienen
bases en teorías y experiencias de investigación que nos llevan a
conceptualizar de manera diferente el sujeto con el que trabajamos, es decir,
cuando el docente es consciente de las capacidades y saberes del niño, el
docente tendrá las herramientas que permitirán crear estrategias de aprendizaje
que contribuyan en el desarrollo de competencias en el niño.
El formar e iniciar en el desarrollo de competencias no es labor única en
el preescolar, pues de manera general este trabajo es un elemento que influye a
la articulación de los niveles que conforman la educación básica. De este
sentido de articulación cada nivel deberá desarrollar las habilidades en el
alumno, partiendo de las que poseen y dote de otras que le ayuden a generar
mayores habilidades que le permitan responder a la sociedad.
El fundamento sinónimo de soporte, es el sentir de
cualquier cambio; este fundamento de la acción de la educación preescolar en
México es la propuesta para sanar las situaciones y cambios que vive nuestro
país, desde los aspectos sociales, culturales y económicos.
Para responder a estas necesidades el programa de
preescolar se sustenta en las instituciones educativas capaces de atender estos
cambios, con elementos de interacción social y de convivencia productiva. La base social del programa se extrae de los
mismos valores éticos constitucionales como la atención a la diversidad, la
equidad, laicidad, etc. mismos que solidifican las interacciones y relaciones
de una sociedad productiva. Con el propósito de formar individuo sociales,
hombre y mujeres de bien.
Cuando un programa educativo es aplicado con el propósito de buscar y en
caminar a sus integrantes al bien común y desarrollo social, se hace desde un
carácter Nacional, que permita ser aplicado en todos los Estados de la República,
guardando a su vez un carácter flexible y abierto que permita ser adecuado a
las necesidades culturales, económicas y sociales de la región. Una característica
más de este programa es su organización a base de competencias mismas que
agrupan contenidos actitudinales, procedimentales y conceptuales con el fin de promoverse en el desarrollo
escolar y para la vida del individuo, estas competencias serán adquiridas en las
situaciones que diseñe el docente, situaciones que problematizaran su
conocimientos, afinaran sus habilidades y pondrán en prueba sus relaciones
interpersonales.
La organización del programa de preescolar inicia en la definición de los
propósitos que son la visión del perfil que se desea desarrollar en el alumno;
este perfil se conforma por competencias que se encuentran agrupadas en seis
campos formativos; y para la aplicación y desarrollo de dichas competencias la intención
educativa se guía de los principios pedagógicos para
promover experiencias significativas.
Como se ha mencionado el perfil que integra el desarrollo de competencias
en el niño preescolar se concretiza en el trabajo de seis campos de formación.
Ellos son Desarrollo persona y social; lenguaje y comunicación; pensamiento matemático;
exploración y conocimiento del mundo; expresión y apreciación artísticas; y
desarrollo físico y salud.
Estos campos de formación responden a la aplicación de diversas habilidades
para integrarse y producir en la sociedad como individuos competentes; los conocimientos,
habilidades y actitudes que se desarrollan en cada campo son:
DS. El conocimiento y desarrollo social e individual, desde las
interacciones y valores cívicos.
LC. La función y necesidad de interrelacionarse con su sociedad a través de
la herramienta de la lengua.
PM. Empleo de conocimientos matemáticos y habilidades de resolución.
EXP. El desarrollo de habilidades de indagación, experimentación, formulación
de hipótesis y reflexión sobre las acciones que influyen en su medio natural y
social.
APR. El fomento de una cultura de apreciación a las distintas expresiones
del arte, generando un gusto estético e incluyendo estas experiencias al desarrollo
de cultura.
DF. Genera una cultura de activación física y promoción de hábitos
saludables, como la alimentación adecuada, prevención de accidentes y
enfermedades.
Los propósitos fundamentales del programa parten de las particularidades y
características de nuestro país, siendo México un país rico en cultura,
tradiciones y lenguas; el programa busca formar el carácter de autonomía en el
alumno, de la individualidad que le genera su historia familiar y cultural.
No es objetivo buscar una homogeneidad en nuestro fin educativo, pero se hace
necesario este concepto en los fines de trabajo colaborativo, apoyo entre
iguales, resolución de conflictos, empleo de dialogo, desarrollo de
herramientas, etc. teniendo en cuenta las normas de convivencia para llegar a
la generación de una sociedad responsable, democrática y productiva.
Esta misma generación de sociedad compartida nos permitirá formar un ser
autónomo capas de conocer sus habilidades, capacidades y potenciar sus
cualidades; al mismo tiempo, que conocer las propias le permitirá reconocer las
del otro y así ganar socialmente. Al intervenir de manera consiente sobre las habilidades, conceptos y
actitudes que deseamos favorecer en los
niños preescolares, los principios pedagógicos articulan los elementos para
crear experiencias educativas
significantes. De los principios que dan cimiento a la intervención docente
son:
a)
Características infantiles y procesos de
aprendizaje. Que responde a los siguientes aspectos:
1. Las niñas y los
niños llegan a la escuela con conocimientos y capacidades que son la base para
continuar aprendiendo.
2. La función de
la educadora es fomentar y mantener en las niñas y los niños el deseo de
conocer, el interés y la motivación por aprender.
3. Las niñas y los
niños aprenden en interacción con sus pares.
4. El juego
potencia el desarrollo y el aprendizaje en las niñas y los niños.
b)
Diversidad y equidad. Que define las bases de
convivencia y elementos de carácter institucional como:
5. La escuela debe
ofrecer a las niñas y a los niños oportunidades formativas de calidad
equivalente, independientemente de sus diferencias socioeconómicas y
culturales.
6. La educadora,
la escuela y los padres o tutores deben contribuir a la integración de las
niñas y los niños con necesidades educativas especiales a la escuela regular.
7. La escuela,
como espacio de socialización y aprendizajes, debe propiciar la igualdad de
derechos entre niñas y niños.
c) Intervención educativa. Definiendo los elementos
que proporciona la intervención docente, las herramientas para lograr resultados óptimos y la base del
trabajo en triadas:
8. El ambiente del
aula y de la escuela debe fomentar las actitudes que promueven la confianza en
la capacidad de aprender.
9. Los buenos
resultados de la intervención educativa requieren de una planeación flexible,
que tome como punto de partida las competencias y los propósitos fundamentales.
10. La
colaboración y el conocimiento mutuo entre la escuela y la familia favorece el
desarrollo de los niños.
Finalmente este programa cuenta con un elemento de valoración, lo que
conocemos como la evaluación en preescolar, esta nos permite constatar los
aprendizajes desarrollados, identificando los factores que apoyan o infieren en
el aprendizaje de los alumnos, que permitan generar acciones directas en el
aula para el docente y el alumno.
Dicha evaluación se realiza de manera cualitativa, realizada en todo el
proceso de enseñanza-aprendizaje, pues la generación de competencias también
tiene este sentido de proceso paulatino. La evaluación e preescolar se organiza
en indicadores como son: para qué, cómo,
qué, quiénes, cuándo y con qué. A fin de
reunir todos los aspectos que amplíen los beneficios del proceso de
enseñanza-aprendizaje.