lunes, 26 de marzo de 2012

DESARROLLO DE COMPETENCIAS COMUNICATIVAS… Reto y realidad.


 
El lenguaje es una de las herramientas de comunicación principales que mantiene viva a una sociedad, es decir, las expresiones orales logran transmitir entre  generaciones la cultura propia de su comunidad, la tradición de su sociedad, los proyectos de su país. Es sencillo enumerar las posibilidades y beneficios que obtenemos de una comunicación entre pares o bien de las relaciones comunicativas de adultos a infantes, pero que tanto se han desarrollado las ahora llamadas competencias comunicativas.

            Iniciemos definiendo una competencia para así ir desarrollando poco a poco esta idea de la adquisición de competencias comunicativas, para concluir con una breve reflexión  personal sobre las prácticas educativas actuales.  De esta manera podemos valorar el sentido que hemos dado y damos a nuestras intervenciones educativas, apreciar si poseemos como docentes esta competencia comunicativa y logramos desarrollarla en nuestros estudiantes.

            Brevemente tenemos que mencionar que este concepto de competencia se ha desarrollado bajo un proceso de reforma educativa, puesto en marcha en nuestro país a partir de la publicación del Programa de Educación Preescolar 2004, mismo que se desarrolla con un enfoque didáctico de trabajo por competencias, al que le siguieron los programas en nivel de secundaria 2006 y primaria 2009, para llegar al año 2011 con un proyecto de reforma integral a la Educación Básica, del cual se han desprendido nuevos retos en la formación de los docentes de México.  

            Una competencia se establece como la capacidad que tiene una persona de actuar con eficacia en cierto tipo de situaciones mediante la puesta en marcha de conocimientos, habilidades, actitudes y valores (Guía para la Educadora, SEP 2011:14). La comunicación se entiende como el proceso mediante el cual se transmite información, siendo un intercambio al menos dos individuos, por el que se logra intercambiar opiniones y sentimientos que hacen un cumulo de información mediante diferentes signos, como la escritura o el habla.

            Uniendo ambas concepciones nos hace ver que una competencia comunicativa no sólo es un acto de hablar, pues conlleva más habilidades como la interpretación, decodificación, recepción, construcción y formulación, entre algunas. Una competencia comunicativa se desarrolla al darle un uso social al  lenguaje; ya que, esta es una actividad cognitiva y reflexiva del ser humano para integrarse y acceder al conocimiento de su cultura y de otras. Es un acto de aprender, al lograr que el alumno represente el mundo que le rodea, participe en la construcción de su propio conocimiento al organizar su pensamiento y reflexione sobre la creación discursiva propia y de los demás.

            La escuela se convierte en unos de los espacios a favorecer y desarrollar estas habilidades de comunicación en los alumnos, al identificarse como el espacio formal de enseñanza y aprendizaje; sabiendo que en este nuevo enfoque educativo, se privilegia el autoaprendizaje y aprendizaje colaborativo, hacia el desarrollo de habilidades cada vez más amplias, al participar en situaciones comunes y complejas diseñadas por el docente. Es en este momento del diseño, cuando se hace la reflexión sobre el nivel de competencias que posee un docente, en sentido de subrayar las posibilidades de incrementar las habilidades, actitudes y procesos de sus alumnos, para lograr una comunicación eficaz.

            En las prácticas educativas actuales dentro del nivel preescolar se han vertido muchas interrogantes, desde las adecuadas o inadecuadas intervenciones del docente, del diseño de situaciones comunicativas, hasta la interrogante sobre si es deber enseñar a leer y escribir en este nivel. Pero bueno esta última será un interrogante que aun quede en el aire para desarrollar en próximos textos.

            El trabajo desarrollado en este nivel educativo, debe brindar al alumno las mayores posibilidades de interacción en diferentes situaciones de comunicación, por lo que el diseño de estas debe originarse en una problemática, misma que permitirá al alumno, hacer prácticas las habilidades que posee y aumentarlas con el nivel de complejidad y la adquisición de nuevos conocimientos. Un ejemplo de eso es la lectura en voz alta, que más que un acto de leer y escuchar, se lleve al alumno al proceso de comprensión, pues al desarrollar esta competencia sabremos que se logra un  conjunto amplio de habilidades comunicativas.

            Hay que reflexionar sobre el sentido que damos a nuestra intervención desde el inicio de la mañana hasta su cierre al medio día, pues las competencias comunicativas que poseemos como docentes, serán de gran influencia para nuestros alumnos. ¿En qué medida se logra la comunicación en el aula? Es básico saber que no depende de la edad de nuestros alumnos o del docente, pero sí de la preparación y del compromiso que asumimos como tal; ser consientes de no infantilizar nuestro vocabulario, de hacer las correcciones pertinentes, de utilizar un vocabulario adecuado al contexto social y al deseo de querer saber más.

            Desarrollar competencias comunicativas es un camino por el cual se involucran diversos actores, desde el docente hasta la comunidad, siendo este su representante inmediato los padres de familia. Con ello reforzamos el valor educativo del trabajo en triada (docente-alumno-familia), pues la relación comunicativa y cooperativa se debe enlazar con el único propósito de mejorar las condiciones de aprendizaje en los niños. Al incluir a los padres de familia nuestra intervención debe ser involucrar a la comunidad en el proceso de enseñanza y aprendizaje, para crear las condiciones reales de aprendizaje.

            Al igual que un proceso, las competencias se desarrollan a lo largo de toda la vida del individuo, pues las situaciones que se le presenten le demandaran la aplicación de habilidades, actitudes y valores específicos. Es así, como el valor de las competencias comunicativas tiene un lugar privilegiado en la educación básica, ya que a través de ellas el alumno podrá recopilar, aplicar, diseñar y organizar la información que convenga para lograr un propósito establecido, inmerso en los cuatro pilares de la educación: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser (Delors, 1994:91-103). 


¿Porqué los alumnos eligen estar en la biblioteca, siendo hora del recreo?